En una noche marcada por la memoria, la fe y la identidad patria, se desarrolló la tradicional romería en homenaje a los héroes del Combate Naval de Iquique, al conmemorarse 146 años de esta histórica gesta.
21 de mayo de 2025
Iquique

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La solemne caminata comenzó a las 21:00 horas frente al Cuartel Histórico de la Compañía Española N°1 de Bomberos, donde voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Iquique, junto a autoridades regionales, militares y la comunidad iquiqueña, marcharon en formación hacia el Cementerio General, donde se encuentra la cripta de los jóvenes grumetes Concha y Bolados.
El acto fue acompañado por la presencia de nuestro hermano obispo de la Diócesis de Iquique, Mons. Isauro Covili Linfati, y el padre Héctor Yevenes, capellán de la Cuarta Zona Naval, quienes entregaron palabras de profunda reflexión y esperanza.
El padre Héctor Yevenes destacó que este gesto de homenaje es también una peregrinación de fe:“Nos transformamos en peregrinos de esperanza que caminamos tras las huellas de quienes, por amor y convicción, dieron su vida por Chile y su bandera.”
Resaltó que los héroes de Iquique enfrentaron su destino con valentía bajo la protección de la Virgen del Carmen:“Nuestros héroes, con su fe en Dios bajo el escapulario del Carmen, se enfrentaron sin temor… alcanzaron los laureles de la victoria y sembraron en tantos corazones la semilla del amor a Chile.”
Finalmente, invitó a honrar no solo a los caídos chilenos, sino también a los peruanos, como expresión de fraternidad entre pueblos:“Elevamos nuestra plegaria por el eterno descanso de todos los que rindieron la vida por sus ideales, chilenos y peruanos, y ahora como pueblos hermanos honramos su memoria.”
Por su parte, el obispo Isauro Covili centró su mensaje en el valor simbólico del lugar y en la necesidad de actualizar hoy los ideales que animaron a los héroes de Iquique. “Este lugar hay que visitarlo más seguido por el simbolismo y la significancia que tiene… no solo conmemoramos una realidad que ocurrió hace mucho tiempo, sino que necesitamos hoy día de aquellos valores del arrojo y la valentía de estos hombres.”
El obispo animó a vivir desde la fe y el amor al prójimo, destacando que la vida tiene la última palabra en la esperanza cristiana: “La muerte no tiene la última palabra… la tiene la vida, la vida buena, abundante y resucitada. Desde esa realidad podemos construir una sociedad más fraterna, mejores vínculos y donde los pobres tienen un lugar privilegiado.”
Tras sus palabras, el obispo invitó a los presentes a rezar el Padre Nuestro, mientras asperjaba con agua bendita la cripta de los mártires del mar.
El homenaje continuó con la entrega de ofrendas florales por parte de diversas instituciones, en un gesto cargado de simbolismo y gratitud. Finalmente, un momento especialmente emotivo se vivió con el toque de la corneta de honores, evocando con solemnidad el recuerdo de los héroes de Iquique.
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Fuente: Comunicaciones Diócesis de Iquique