top of page

León XIV: Aspiren a cosas grandes, a la santidad, no se conformen con menos

Ante más de un millón de jóvenes, en su homilía de la Santa Misa en la explanada de Tor Vergata, el Santo Padre advirtió que la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos, sino de lo que acogemos y compartimos con alegría.

3 de agosto de 2025

Tor Vergata

MÁS NOTICIAS

Comunidad Doce Apóstoles culminó con participación el mes de María en Alto Hospicio

Niños de la parroquia Ntra. Sra. del Camino recibieron su primera comunión

Santa Teresita del Niño Jesús vivió un fin de semana sacramental lleno de gracia

El Papa llama a la conversión y a preparar el corazón para la llegada del Reino de Dios

Santuario Sagrado Corazón de Jesús vivió emotiva celebración de confirmaciones

Hermano Isauro Covili presidió la Eucaristía en el sector Paso de La Mula

Comedor San Lorenzo celebró el cierre del proyecto "Refugio de Esperanza"

Comunidad de Alto Hospicio celebra la bendición de la nueva capilla San Francisco de Asís

León XIV: la Navidad de Jesús nos revela un Dios que nos involucra en lo cotidiano

32 Fieles recibieron el sacramento de la confirmación en el templo Catedral de Iquique

Cardenal Chomali en Radio Infinita: “Chile no se cae a pedazos, pero se está asfixiando”

33 miembros de la comunidad educativa CDOL recibieron sacramentos en Perpetuo Socorro

León XIV ante una explanada vibrante de jóvenes recordó que la fragilidad no es un “tabú” que se debe evitar, sino parte de nosotros que no hemos sido hechos para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. En su homilía de la Santa Misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes, el Papa aseguró que el verdadero sabor de la vida no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos, sino de lo que se acoge y se comparte con alegría, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.


Una multitud de personas, más de un millón, unos 7 mil sacerdotes, más de 450 obispos, provenientes de todo el mundo, pertenecientes a diversas culturas, participaron, hoy, en la celebración eucarística presidida por el Santo Padre, en Tor Vergata, con la que se cierra una semana de encuentros, cantos, reconciliación y oración.


“¡Buon giorno a tutti! ¡Buona Domenica! ¡Good morning! ¡Buenos días! ¡Bonjour, Guten Morgen!” Este fue el saludo del Papa León sobre el palco y desde allí invocó la bendición de Dios sobre todos y expresó su deseo de que “la gran celebración en la que Cristo nos ha dejado su presencia en la Eucaristía” sea “una ocasión verdaderamente memorable para cada uno de nosotros”.


“Cuando estamos juntos como Iglesia de Cristo, seguimos, caminamos juntos, vivimos a Jesucristo”


La vida no es lo que poseemos

Días “memorables” en los que, como dijo el Papa, los jóvenes han intercambiado conocimientos, han compartido expectativas, recibido el perdón de Dios y le han pedido su ayuda para una vida buena. Días en los que las inquietudes que llevan a muchos jóvenes a preguntarse “¿qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida? ¿qué es lo que nos libera de los pantanos del sinsentido, del aburrimiento y de la mediocridad?”, han tenido una respuesta: “la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos” sino de lo que “sabemos acoger y compartir con alegría”.


“Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las «cosas celestiales», para darnos cuenta de que todo tiene sentido, entre las realidades del mundo, sólo en la medida en que sirve para unirnos a Dios y a los hermanos en la caridad, haciendo crecer en nosotros ‘sentimientos de profunda compasión, de benevolencia, de humildad, de dulzura, de paciencia”, de perdón y de paz, como los de Cristo”


La esperanza no quedará defraudada

León XIV aseguró que solo en Dios, comprendemos cada vez mejor lo que significa que “la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado”.


“Queridos jóvenes, nuestra esperanza es Jesús”, afirmó el Pontífice, al invitar a todos a mantenerse unidos a Él, a permanecer en su amistad, siempre, cultivándola con la oración, la adoración, la comunión eucarística, la confesión frecuente y la caridad generosa, poniendo como ejemplo a los beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que pronto serán proclamados santos.

Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor”.


Cristo cambia nuestra existencia

“Es el encuentro con Cristo Resucitado lo que cambia nuestra existencia, lo que ilumina nuestros afectos, deseos y pensamientos”, explicó el Papa, al inicio de su homilía, tomando como referencia el Libro de Qoelet, que advierte que “todo es vanidad” y que cada hombre deberá dejar lo que ha acumulado, para recordar la «finitud de las cosas que pasan».


Seguidamente, el Santo Padre recordó que el Salmo 90 también “nos propone la imagen de la hierba que brota; por la mañana florece” y luego “por la tarde, es segada y se seca”. Son dos referencias fuertes, “quizá un poco impactantes”- aseguró León XIV-, pero que no deben asustarnos, “como si fueran argumentos ‘tabú’, que se deben evitar", pues “la fragilidad de la que hablan, en efecto, forma parte de la maravilla que somos”. De hecho, advierte el Pontífice, la naturaleza se regenera constantemente, de sus debilidades, sequías donde los tallos delgados se rompen y secan, inviernos vulnerables en los que todo parece muerto, para luego en primavera renacer “en mil colores”.


También nosotros, queridos amigos, somos así; hemos sido hechos para esto. No para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. Y por eso aspiramos continuamente a un “más” que ninguna realidad creada nos puede dar; sentimos una sed tan grande y abrasadora, que ninguna bebida de este mundo puede saciar. No engañemos nuestro corazón ante esta sed, buscando satisfacerla con sucedáneos ineficaces. Más bien, escuchémosla.


Abrir el alma a Dios

Escuchar es para el Papa abrirnos “a la ventana del encuentro con Dios”, que “nos espera”, que “llama amablemente a la puerta de nuestra alma" y “abrirle de par en par el corazón, permitirle entrar, para después aventurarnos con Él hacia los espacios eternos del infinito”. Y recordando a San Agustín quien decía que “el objeto de nuestra esperanza no es la tierra, ni algo que proviene de ella como el oro, la plata, la cosecha, el agua, sino que hay que buscar a quien las ha hecho, “porque Él es tu esperanza”, el Papa afirmó que "la respuesta está en Cristo”, como decía su predecesor San Juan Pablo II, en la vigilia de oración de la XV Jornada Mundial de la Juventud del año 2000, porque suscita el deseo de hacer de la propia vida algo grande, para mejorar a uno mismo y a la sociedad, haciéndola más humana y más fraterna".


El Papa León encoméndo a María, la Virgen de la esperanza a los miles de jóvenes presentes en Tor Vergata, para que, con su ayuda, al regresar a sus países en los próximos días, en cada parte del mundo, sigan caminando con alegría tras las huellas del Salvador, y contagien a los que encuentren con el entusiasmo y el testimonio de su fe. “¡Buen camino!”- concluyó el Papa.

Fuente: Vatican News

BLANCOBISPADO.png

Bolivar 588 - Iquique

572-417697

 Copyright ©2025 Diócesis de Iquique.

  • Instagram
  • Facebook
  • X
  • Youtube
bottom of page