En el salón parroquial San José de Iquique, cerca de 40 participantes reflexionaron junto al obispo Isauro Covili sobre la esperanza como camino comunitario, iluminada por el Sínodo, Dilexi Te y la espiritualidad del Adviento, entendida como una espera activa que impulsa la conversión, la unidad y la misión.
3 de diciembre de 2025
Iquique

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En un ambiente de reflexión fraterna, la tarde del miércoles 3 de diciembre se realizó en el salón parroquial San José de Iquique un conversatorio centrado en el tema “Esperanza”, en el marco del camino espiritual del Adviento 2025: Tiempo para una esperanza viva y encendida. La instancia fue organizada por el Área de Espiritualidad de la Diócesis de Iquique.
Cerca de 40 hermanos y hermanas participaron de este momento de encuentro, diálogo y formación. La jornada inició con palabras de bienvenida de Lucy Solar, coordinadora del área, quien invitó a encomendar el encuentro a la intercesión de María Santísima mediante un momento de oración comunitaria.
Posteriormente, el hermano Isauro Covili Linfati, obispo de la Diócesis de Iquique, desarrolló una profunda reflexión en torno al valor cristiano de la esperanza, destacándola como una mirada que orienta el caminar hacia el futuro y que configura la vida de las comunidades. En su presentación, hizo referencia al camino sinodal, al documento final del Sínodo y a la carta apostólica Dilexi Te, subrayando que “la esperanza siempre viaja hacia adelante y crea comunidad”.
El obispo Covili profundizó además en la figura de los discípulos de Emaús, recordando que “el Resucitado infunde esperanza en el vacío de la tristeza” y que este don no es meramente emotivo, sino un impulso que abre, vincula y anima la vida comunitaria.
Asimismo, afirmó que la esperanza del Adviento no es nostalgia del pasado, sino una clave para reconocer a un Dios encarnado que sigue actuando en la historia, alentando a vivir este tiempo litúrgico como un llamado a la conversión, la gratuidad y la apertura del corazón.
El pastor explicó que el Adviento invita a mirar más allá de la preparación inmediata para la Navidad, proyectando la vida hacia la última venida del Señor, cuando “serán consumadas las promesas mesiánicas” y se realice la reconciliación plena. En este sentido, señaló que la espera cristiana debe ser activa y constructiva, capaz de denunciar todo lo que se opone al proyecto de Jesús y de anticipar, con gestos concretos, el Día del Señor.
Finalmente, el obispo llamó a “recuperar la centralidad de la esperanza”, recordando que la cultura actual nos ha acostumbrado al consumo inmediato, pero ha debilitado la capacidad de esperar: “El Adviento es el coraje de esperar. Este tiempo va más allá de las cuatro semanas: invade toda nuestra vida”.
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Fuente: Comunicaciones Diócesis de Iquique














