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Eucaristía del 16 de julio: Una fiesta de Fe, Esperanza y compromiso de vida

¡Viva la Virgen del Carmen! Multitudinaria y emotiva eucaristía del 16 de julio congregó a miles en La Tirana

16 de julio de 2025

La Tirana

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La mañana del bendito 16 de julio, el pueblo de La Tirana se transformó nuevamente en el corazón espiritual del norte grande, al celebrarse la Solemne Eucaristía del Día de Fiesta en honor a la Virgen del Carmen. Miles de peregrinos, devotos y bailes religiosos repletaron la explanada del Santuario, en una jornada marcada por la devoción, la emoción y el compromiso social.


A las 10:00 horas comenzó la celebración con cantos y alabanzas. Mientras se acercaba la procesión litúrgica, se vivió uno de los momentos más simbólicos: el descendimiento de la imagen de la Virgen del Carmen, envuelta en cintas multicolores que se lanzaron desde el altar hacia toda la explanada, en un gesto que recordó a los fieles que están bajo el manto protector de la “Chinita del Carmen”. El descenso se realizó mientras se entonaba el Himno Nacional, iniciando así la misa central de la festividad.


La eucaristía fue presidida por el hermano Isauro Covili Linfati, obispo de la Diócesis de Iquique, y concelebrada por el padre Benito Tapia, vicario general; el padre Javier Sáez, vicario pastoral; y el padre Eduardo Parraguez, rector del Santuario.


En su homilía, el obispo centró su mensaje en el Magníficat de María, destacándolo como un cántico de resistencia, justicia y fe activa. “El cántico de María es revolucionario”, afirmó, llamando a los fieles a cantar el Magníficat “restituyéndole su fuerza liberadora y de resistencia de los sencillos”.


El obispo denunció también las estructuras que marginan y excluyen a los pobres, así como leyes que “atentan contra la vida, especialmente de aquellos que están por nacer”. Llamó a vivir una esperanza “porfiada y rebelde” basada en Dios y la solidaridad.


Con fuerza, Monseñor Covili advirtió que la Iglesia vive tiempos de crisis de identidad, vocación y compromiso, y propuso verla como un “taller de restauración”: un lugar de conversión, sanación y renovación.


También abordó realidades sociales concretas como la desigualdad, la inseguridad, la corrupción, la falta de vivienda y la crisis ambiental. “La ley no lo resuelve todo cuando la vida y la convivencia no cambian”, dijo, lamentando el impacto de la delincuencia en la calidad de vida.


En el plano ecológico, denunció prácticas como los vertederos ilegales y la quema de ropa y neumáticos, instando a una mayor conciencia por el cuidado de la casa común.


Al cierre de su mensaje, el obispo hizo un emotivo llamado a ser constructores de paz, recordando el dolor que provocan las guerras y pidiendo oraciones por los pueblos en conflicto, especialmente por Palestina e Israel.


También convocó a los cristianos a vivir una espiritualidad activa y resistente, oponiéndose a todo lo que atente contra la vida, la dignidad humana y la justicia: aborto, eutanasia, deshumanización del sistema educativo y sanitario.


Uno de los hitos de la jornada fue el reconocimiento a la Federación de Bailes Religiosos, que este 2025 conmemora 60 años de servicio. Representantes de las cofradías recibieron un homenaje por su fidelidad, entrega y compromiso ininterrumpido con la Virgen del Carmen, emocionando profundamente a los presentes.


La misa culminó con la elevación de la imagen de la Virgen, que fue nuevamente izada en medio de danzas, música y aclamaciones, dando paso a la tradicional procesión que recorrerá el pueblo durante la jornada central.


Descargar Homilía:


Galería de fotos:


Fuente: Comunicaciones Diócesis de Iquique

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