En una eucaristía presidida por Monseñor Isauro Covili, cerca de 70 fieles reflexionaron sobre la importancia de la comunidad, el discernimiento y la transmisión de la fe a las nuevas generaciones.
20 de marzo de 2025
Iquique

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En un ambiente de fe y comunión, la Pastoral Diocesana de Adultos Mayores celebró al mediodía del jueves 20 de marzo la misa de inicio del año pastoral en la parroquia San Antonio de Padua. La eucaristía fue presidida por el hermano Isauro Covili Linfati, obispo de la Diócesis de Iquique, y contó con la participación de cerca de 70 adultos mayores de diversas comunidades.
Durante su homilía, nuestro pastor reflexionó sobre la importancia del compartir y la fraternidad en la vida cristiana, destacando que “el cielo se conquista desde el compartir, contrayendo fraternidad y convivencia con los demás”. En este sentido, invitó a los fieles a abrir sus puertas y aprender a compartir con quienes los rodean, fomentando una comunidad basada en el amor y la solidaridad.
Asimismo, el obispo advirtió sobre los peligros de las riquezas cuando no se usan con un sentido de comunidad. “Cuando uno tiene mucho, el hombre se enceguece, se endurece el corazón”, señaló, recordando que Dios no quiere la pobreza ni el sufrimiento, sino que cada persona pueda desarrollarse dignamente y compartir con los demás.
En su mensaje, el hermano Obispo también llamó a la reflexión y al discernimiento en la vida cotidiana. “Los invito a hablar en ese grupo en donde uno se relaciona y se vincula, para aprender a mirar la vida, lo que está bien, mal e injusto, y ser capaces de decir una palabra”. En este sentido, animó a que los espacios de los adultos mayores sean lugares de diálogo, discernimiento y testimonio cristiano.
Antes de finalizar la celebración, el obispo alentó a los presentes a no abandonar su misión de transmitir la fe en un mundo cada vez más secularizado. “No abandonen por la vida vivida y transcurrida la misión de transmitir la fe. Acompañen a las nuevas generaciones a que descubran la misericordia de Dios”, expresó.
Un bello momento de la eucaristía fue el gesto de ofrenda, cuando dos adultos mayores se acercaron al altar con un cajón de alimentos no perecibles, aportados por los asistentes, que serán destinados a quienes más lo necesitan.
Con esta celebración, la Pastoral Diocesana de Adultos Mayores inicia un nuevo año de servicio y acompañamiento, fortaleciendo su compromiso de ser testigos vivos del Evangelio en la comunidad.
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Fuente: Comunicaciones Diócesis de Iquique