PREVENCIÓN DE ABUSOS Y CULTURA DEL BUEN TRATO
"El “nunca más” a la cultura del abuso, así como al sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse, exige trabajar entre todos para generar una cultura del cuidado que impregne nuestras formas de relacionarnos, de rezar, de pensar, de vivir la autoridad; nuestras costumbres y lenguajes y nuestra relación con el poder y el dinero. Hoy sabemos que la mejor palabra que podamos dar frente al dolor causado es el compromiso para la conversión personal, comunitaria y social que aprenda a escuchar y cuidar especialmente a los más vulnerables".
Carta del Papa Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, n. 4.
¿QUIÉNES SOMOS?
El Consejo Diocesano de Prevención de Abusos es un organismo interdisciplinario de carácter consultivo, que debe tener una visión integral de estos asuntos en la diócesis, asesorando al Obispo en tres áreas fundamentales:
1. Atender diligentemente las denuncias.
2. Dar un adecuado acompañamiento psicológico, espiritual y legal a las víctimas.
3. Determinar cuáles han de ser los programas de prevención e implementarlos.
¿QUÉ HACEMOS?
Nuestro objetivo es ejecutar las políticas de prevención sobre abusos sexuales a menores de edad y ayuda a las víctimas. Además, de acoger las denuncias de abusos.
¿CÓMO ESTABLECER UNA DENUNCIA POR ABUSO SEXUAL?
Para efectos del proceso judicial ante autoridades estatales, se debe presentar la denuncia ante la Fiscalía Regional de tarapacá. Ubicada en Manuel Bulnes 445. También puede hacer una denuncia ante carabineros o la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI (Brisexme).
Para hacer una denuncia por abuso sexual contra un clérigo (sacerdote o diácono) ante las autoridades eclesiales, se debe distinguir:
– Las denuncias contra clérigos diocesanos se presentan ante el obispo respectivo.
– Las denuncias contra religiosos se presentan ante el superior de la congregación a la que pertenece.
Para el caso de las diócesis, en cada una de ellas existe una persona disponible para recibir denuncias. Esta persona recibe el relato de la denuncia, levanta un acta que de preferencia debe ser firmada por el denunciante y la pone en conocimiento del obispo respectivo, de allí se sucede el procedimiento canónico.
El proceso canónico, ante las autoridades de la Iglesia, y aquel llevado ante las autoridades estatales, pueden ser paralelos.
